. La
Unión Europea ordenó suspender todas las operaciones bancarias con las
instituciones financieras iraníes a partir de este sábado. Israel, en
tanto, denigra la imagen de Irán, mientras presiona a Estados Unidos
para que lo apoye en sus planes bélicos. Tal presión aleja cada vez más a
Tel Aviv de su aliado histórico, que demora su respaldo.
Israel
dirige su punto de mira hacia Irán. Por el momento, solo en palabras y
polémicas declaraciones de sus políticos que parecen tener como único
fin convencer a todo el mundo sobre el peligro que representa la
República Islámica.
"Las
consecuencias de estos pasos políticos pueden ser muy peligrosas desde
el punto de vista israelí. Por ejemplo, el bloqueo del Estrecho de Ormuz
que suspendería el flujo de crudo del golfo y el ultimátum iraní de no
volver a abrir el flujo de petróleo si no se cumplen sus condiciones",
afirma el ex director de Inteligencia del Ejército israelí, Shlomo
Gazit.
EE.
UU. coincide con Israel en su visión de Irán como un mal supremo, pero
sus posturas se diferencian cuando se trata de un eventual ataque contra
objetivos persas.
"El
ataque contra Irán pese a la obvia protesta de EE. UU. seguramente
tensaría las relaciones de Tel Aviv con Washington, podría incluso
romperlas", opina el representante del Proyecto sobre Balance Militar de
Medio Oriente, Yiftah Shapir.
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