Omraam M. Aivanhov ~ Sed apacibles con vuestro entorno.
Cuando
alguien se siente turbado, irritado o desgraciado, ¿qué hace? En lugar
de intentar apaciguarse, calmarse, dominarse, se va corriendo a casa de
los vecinos, o de los amigos, o bien les llama por teléfono para
contarles todo lo que va mal. Una vez descargadas sus penas, se siente
contento, aliviado y mejor. Sí, pero no nos damos cuenta de que actuando
así, es como si se depositara en esas personas un montón de impurezas.
No quiero decir con ello que nunca hay que hablar de las propias
dificultades con los amigos. Los amigos con sus consejos y apoyo, pueden
ser de gran ayuda. Sólo digo que no hay que utilizarlos como un cubo de
basura para verter en él nuestras decepciones, nuestros enfados y mal
humor. Nada bueno puede ocurrir actuando así.
Además, hay que
tener en cuenta que los amigos, que no son demasiado razonables, irán a
su vez a buscar otros amigos para descargar su carga, y así
sucesivamente.
Insisto en deciros que no creo que sea censurable
buscar el consuelo de un amigo. Pero, a menudo, no se busca este
consuelo. No se espera ninguna luz, ningún consejo. La gente sólo siente
la necesidad de descargarse, esto es todo. y si después de hacerlo se
sienten mejor, en realidad esta mejoría es sólo pasajera porque no han
realizado un verdadero trabajo interior para resolver sus problemas, y,
al primer contratiempo, sucumben de nuevo. Por lo tanto, no sólo habrán
envenenado a los demás, sino que, en realidad, tampoco ellos habrán
mejorado su propio estado.
Para desembarazarse de las penas y de
las preocupaciones, hay otros métodos distintos que el de molestar a
los amigos o los vecinos. Cuando os sintáis contrariados, irritados,
quedaos en vuestra casa tranquilamente, trabajad con la luz, orad,
meditad, cantad, escuchad música... O bien, salid, andad un poco por la
naturaleza, respirad profundamente uniéndoos a la tierra, a los árboles,
al Cielo... Y no os presentéis frente a los demás hasta que os sintáis
liberados, descargados y capaces de aportarles algo bueno, luminoso y
constructivo.
Observaos y constataréis que normalmente hacéis
exactamente lo contrario: cuando algo va mal, vais rápidamente en busca
de otras personas para compartir con ellas vuestros problemas, y, cuando
todo va bien, no decís nada, no tenéis nada que contar. ¡Es realmente
extraordinario: cuando todo va bien, no hay nada que contar! ¿No creéis
que deberíais corregiros y aprender a compartir con vuestro entorno tan
solo estos buenos estados?
Vayamos todavía más lejos: cuando
viváis momentos de paz, de alegría, de admiradón, pensad en hacer
partícipes a los demás de estos estados de privilegio. Consagrad algunos
minutos a todos los seres que se sienten angustiados y desesperados en
el mundo. Concentraros en ellos y decid: "Queridos hermanos y hermanas
del mundo entero, esto que poseo es tan bello, tan luminoso, que quiero
compartirlo con vosotros. Tomad de esta belleza, tomad de esta luz..."
Puesto
que sabéis que vuestros estados interiores producen ondas que se
propagan, no guardéis vuestra felicidad para vosotros, compartidla; de
esta forma no tan sólo haréis el bien a los demás, sino que
amplificaréis estos estados en vosotros mismos. Sí, es un fenómeno
mágico: para conservar vuestra alegría, hay que saberla compartir.
Omraam Mikhaël Aïvanhov -
EL DEBER de SER FELIZ
Pag. Anterior: Omraam M. Aivanhov - Explotad vuestras riquezas espirituales.
http://www.trabajadoresdelaluz.com.ar/index.php?ndx=2474
Pag. Siguiente: Omraam M. Aivanhov - Trabajad sobre la atmósfera psíquica.
http://www.trabajadoresdelaluz.com.ar/index.php?ndx=2477
Informe Completo para hoy: Click aqui
Informe anterior de Numerología Universal: Click aqui
Informe anterior de Calendario Maya: Click aqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario