LUZBY BERNAL

miércoles, 8 de agosto de 2012

La oración como sonido

foto de METAFISICA.

La oración como sonido

La palabra es sonido. El sonido es vibración. La vibración es energía. Si la energía es el fuego de la oración, entonces las vibraciones, sonidos y palabras que vertemos al orar son de capital importancia para que nuestro ruego sea eficaz. Tal es la base filosófica de los "mantras", utilizados tanto por el hinduismo como por el budismo.


"Mantra" es una palabra compuesta, donde "man" significa "mente" y "tra" se interpreta como "liberar", vale decir, "liberar la mente". Con tal nombre se denomina a una forma de oración corta –suerte de estribillo- que se repite muchísimas veces, tanto de manera mental como audible. Los budistas tibetanos, mientras recitan sus "mantras", manipulan su "mala" (especie de rosario hecho con grandes cuentas de semillas o madera) para llevar la cuenta de las recitaciones efectuadas. El rosario de los católicos, donde se oran una y otra vez los "padres nuestros" y "aves marías", constituiría una suerte de "mantra" occidental.


En el caso de los hinduistas y budistas, cada "mantra" representa el sonido correspondiente a un cierto aspecto del proceso de Iluminación. Algunos aluden a la compasión, tal como el famoso "om mani padme hum"; otros sirven para sosegarnos; algunos tienen funciones tan disímiles como aumentar nuestra energía en el trabajo, conseguir una pareja idónea, exaltar el amor propio e, incluso, para destacar en los deportes.


Ciertos autores señalan que tan beneficioso como recitar los "mantras" es escribirlos, así que su positiva influencia no se limitaría a la repetición oíble o mental de esos sonidos sagrados. De tal suerte, la escritura también se convertiría en un singular vehículo para la oración.
 
 
Foto: La oración como sonido

La palabra es sonido. El sonido es vibración. La vibración es energía. Si la energía es el fuego de la oración, entonces las vibraciones, sonidos y palabras que vertemos al orar son de capital importancia para que nuestro ruego sea eficaz. Tal es la base filosófica de los "mantras", utilizados tanto por el hinduismo como por el budismo.

"Mantra" es una palabra compuesta, donde "man" significa "mente" y "tra" se interpreta como "liberar", vale decir, "liberar la mente". Con tal nombre se denomina a una forma de oración corta –suerte de estribillo- que se repite muchísimas veces, tanto de manera mental como audible. Los budistas tibetanos, mientras recitan sus "mantras", manipulan su "mala" (especie de rosario hecho con grandes cuentas de semillas o madera) para llevar la cuenta de las recitaciones efectuadas. El rosario de los católicos, donde se oran una y otra vez los "padres nuestros" y "aves marías", constituiría una suerte de "mantra" occidental.

En el caso de los hinduistas y budistas, cada "mantra" representa el sonido correspondiente a un cierto aspecto del proceso de Iluminación. Algunos aluden a la compasión, tal como el famoso "om mani padme hum"; otros sirven para sosegarnos; algunos tienen funciones tan disímiles como aumentar nuestra energía en el trabajo, conseguir una pareja idónea, exaltar el amor propio e, incluso, para destacar en los deportes.

Ciertos autores señalan que tan beneficioso como recitar los "mantras" es escribirlos, así que su positiva influencia no se limitaría a la repetición oíble o mental de esos sonidos sagrados. De tal suerte, la escritura también se convertiría en un singular vehículo para la oración.

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