LUZBY BERNAL

viernes, 12 de abril de 2013

El Amor y la Volundad

Varios/Otros ~ El Amor y la Volundad



La Naturaleza Distinta de estas dos Corrientes de Energía

La naturaleza y las cualidades de los siete rayos son muy diferentes, y en el plano humano se ven claramente sus contrastes. Estas diferencias causan muchos malentendidos y conflictos; por ejemplo, el conocido conflicto entre el tipo práctico de Tercer Rayo y el del Cuarto Rayo de los artistas y entre la actitud devocional de Sexto Rayo y el enfoque mental científico de Quinto Rayo.

Es difícil armonizar esas cualidades y expresiones de Rayo y aún más difícil es sintetizarlas. Este hecho es excepcional en la relación entre el amor y la voluntad; las diferencias entre ellas son grandes. La energía del Segundo Rayo es comunicativa, expansiva, fusionadora; produce relaciones cada vez más amplias e incluyente y fusiones armoniosas y compatibles.

Por otro lado, la energía del Primer Rayo es principalmente introvertida, aislada. Atrae hacia el Punto en el Centro. Produce aislamiento, soledad, centralización y enfoque en sí mismo.

Esto puede observarse claramente en los dos tipos humanos:

1. Los pertenecientes al tipo de Segundo Rayo son amables, comprensivos, amorosos, pero a menudo débiles, pasivos, flexibles y carecen de firmeza y voluntad.

2. Los que pertenecen al tipo de Primer Rayo son fuertes, asertivos, autoritarios, combativos y a menudo agresivos y despiadados.

Cada uno de estos tipos tiene dificultad en comprender y apreciar al otro, y para cada uno es difícil y desagradable cultivar la equilibradora cualidad y actitud del otro.

Este hecho da una clave para entender la situación actual del mundo. Se puede decir que una de las raíces de los principales problemas actuales es la gran prevalencia de las energías y cualidades de Primer Rayo en individuos, grupos y naciones, junto con las de los rayos en la misma línea, es decir, el Tercero, Quinto y Séptimo.

En los niveles superiores los Rayos no están en conflicto, pero persiste la diferencia y también los problemas para la cooperación y fusión. Esto es evidente en las características respectivas de la Jerarquía de Maestros y de Shamballa – llamado en términos cristianos "El Hogar del Padre". Las notas clave de la Jerarquía son Amor y Sabiduría, lo que llamamos espiritualidad en sentido general; la nota clave de Shamballa es Voluntad, Poder y Divinidad.

La relación entre ellos aún no es perfecta; se nos ha dicho que los miembros de la Jerarquía espiritual tienen dificultad en mantener y luego expresar la potente energía de Shamballa. (¡Eso podría ser, en cierto sentido, un consuelo para nosotros!) La dificultad es mucho mayor en el plano humano. Para trabajar en su solución, primero debemos investigar y tratar de entender la verdadera naturaleza del Amor y de la Voluntad. Esto significa en primer lugar considerar el Amor en su naturaleza esencial espiritual.

El Amor, como una expresión del Segundo Rayo, está siempre conectado con la sabiduría. Esto no es generalmente cierto cuando se trata del amor humano. El Amor también ha sido llamado "Razón Pura", lo que puede resultar sorprendente y nada fácil de entender. Se manifiesta como correctas relaciones que conducen a la unidad, y es la cualidad específica del plano Búdico - armonía, fusión, unión, unificación. Pueden rastrearse las mismas cualidades esenciales, aunque a menudo envilecidas y pervertidas, en las diversas manifestaciones del amor humano.

La verdadera naturaleza de la Voluntad es mucho más difícil de entender. Lo que se considera como "voluntad" es sólo un aspecto de ella, un aspecto que se manifiesta principalmente como autoafirmación egoísta o imposición de la voluntad personal sobre los demás.

Internamente esta voluntad se expresa como enérgica represión. Esto ha sido llamado la "voluntad victoriana" porque era particularmente frecuente en la época victoriana, pero también estuvo presente durante los siglos anteriores en las distintas formas de severa moralidad y ascetismo. La inhumanidad de ese uso de la voluntad ha producido los malos efectos que los psicoanalistas han expuesto, y podemos decir que la reacción contra esta situación es una de las principales causas de la actual actitud de licencia desenfrenada y la negativa a aceptar cualquier control o disciplina.

De esta reacción y por la dificultad para comprender la verdadera naturaleza de la Voluntad ha surgido el hecho curioso de que la moderna psicología científica no sólo ha descuidado la investigación de esta función psíquica central, sino que a menudo incluso ha negado su existencia. Esta ha sido y es la posición adoptada por las escuelas psicoanalíticas y behavioristas. Recientemente, sin embargo, algunos psicólogos han comenzado a tomar conciencia de y a abordar el tema de la voluntad.

La principal dificultad relacionada con la voluntad se encuentra en el hecho de que es una expresión directa del "yo", y el yo, en su naturaleza pura esencial, es un misterio. Sin embargo, puede ser experimentada; uno puede tener la experiencia existencial del yo, y, para ello, he sugerido el uso del "Ejercicio de Des-identificación y Auto-identificación", que encontrará en el Curso de Entrenamiento en Meditación Creativa por correspondencia, primera parte.

Además, la voluntad humana, tal como se manifiesta actualmente, es una función compleja y sus diferentes aspectos y etapas deben reconocerse cuidadosamente. Ya las he enumerado y descrito, así que aquí sólo voy a enumerar las etapas:

Primero, Meta – Propósito – Intención – Evaluación – Motivación.

Esto explica por qué la psicología científica ha ignorado la voluntad. Niega la evaluación o la descuida y, por lo tanto, la primera etapa esencial de la voluntad está ausente de sus conceptos.

Segundo, Deliberación. 

Tercero, Decisión – Elección.

Aquí entra la cuestión de la responsabilidad, y esta es también la razón de la falta popularidad de la voluntad – la falta de voluntad para enfrentar y asumir responsabilidades.

Cuarto, Afirmación.

Quinto, Planificación y Programación, para poner la voluntad en funcionamiento externo.

La sexta etapa final es la dirección de la ejecución. Este es un punto importante porque generalmente uno piensa que la voluntad es la que impone la acción y la actividad, pero esa no es la función de la voluntad. La verdadera función de la voluntad es dirigir las operaciones de las otras funciones psíquicas que son las que hacen el trabajo. Para dar una simple analogía: la voluntad es el director, el jefe – pero la ejecución es transmitida por él a los diversos "departamentos" implicados.

Como he dicho, es difícil comprender la naturaleza de la voluntad humana, pero es aún más difícil tomar conciencia de la Voluntad Espiritual Superior y de su relación con la Voluntad Divina Universal. Esto requeriría una larga discusión que no se puede hacer aquí y sólo voy a mencionar que es el centro del problema referente a la voluntad. Se ha dicho: "Dios y yo formamos una mayoría"; esto puede interpretarse como que la voluntad individual, unificada con la voluntad Universal – la Voluntad Divina – es todopoderosa e invencible.


Fusionar el Amor y la Voluntad

Ahora intentemos comprender las relaciones que existen – o que pueden establecerse-entre el Amor y la Voluntad, su interacción armoniosa, cooperación y su eventual fusión.

La primera etapa podría llamarse coexistencia. Esto implica, en primer lugar, un desarrollo bastante equilibrado en nosotros mismos de ambas funciones, sin interferencia de una con respecto a la otra. Por lo tanto, en primer lugar debemos reconocer cuál de ellas está subdesarrollada e inmadura en nosotros o aún no expresada; entonces tenemos que trabajar en lograr su desarrollo sano y sin obstáculos.

Después de haberlo logrado, hasta cierto punto, viene la tarea más difícil de equilibrarlas y hacerlas funcionar en forma armoniosa, constructiva y creativa. En otras palabras, aquellos que tienen una naturaleza amorosa tienen que aprender a emplear la "voluntad", y aquellos en los cuales actúa la voluntad tienen que aprender a usarla sin causar daño y de manera amorosa. Esto se dice fácilmente, pero debido a la naturaleza diferente y en cierto modo opuesta del amor y la voluntad, como se mencionó anteriormente, este logro constituye una tarea difícil.

Según las enseñanzas esotéricas, esta fusión de las energías del Amor y la Voluntad a escala planetaria será una de las tareas específicas del Cristo después de Su reaparición en la era de Acuario. El maestro Djwhal Khul menciona esto en La Reaparición del Cristo (página 87): "Por lo tanto es evidente que el más grande de los Hijos de Dios, el Cristo, Representante de la humanidad y del segundo aspecto divino, demostrará en Sí Mismo, durante la era de Acuario y después de Su reaparición, ciertas grandes dualidades fusionadas y unificadas. Será útil estudiarlas y conocerlas:

1. La fusión del segundo aspecto divino de amor y el primer aspecto de la voluntad, la Voluntad al bien.

2. La fusión del amor y la sabiduría, que Le permitirá ser el constructor de la nueva era y de la nueva civilización".

Un indicio importante, y uno que cada uno de nosotros puede comenzar a aplicar a escala individual, es que el nexo de unión entre el Amor y la Voluntad es la energía de la Sabiduría. En el mayor Centro planetario, Shamballa, el Hogar del Padre, se logra la fusión del Amor y la Voluntad y se llama la Voluntad al Bien. El Bien es el objetivo y el motivo, la Voluntad es la energía propulsora y ejecutante. Este es el ideal hacia el que podemos y debemos aspirar, y que podemos empezar a comprender en cierta medida.

El Amor es el que nos permite ejecutar la Voluntad de Dios en nosotros y en la humanidad, el Amor espiritual en su aspecto más elevado, uno de los cuales es la compasión – compasión por la sufriente, ciega y desconcertada humanidad. Esto debería ser un ardiente incentivo.

Otro aspecto es el amor por los Grandes Seres, por los Maestros de Sabiduría y por la Jerarquía de los Señores de Compasión. Esto es diferente de la devoción emocional; mediante la gratitud, el reconocimiento, el aprecio y especialmente por la cooperación activa con ellos, podemos demostrar el aspecto superior del amor.

La naturaleza de la voluntad y la relación entre el amor y la voluntad se revelan en la astrología esotérica y particularmente por la constelación de Leo. El libro Astrología Esotérica contiene las enseñanzas más profundas y más esotéricas y esclarecedoras sobre el tema de la Voluntad y toda la sección sobre "La Voluntad y el Zodiaco" debe ser estudiado cuidadosamente.

En la función del Sol como regente de Leo en todos sus aspectos, podemos ver una clara demostración de ambos, la Voluntad y el Amor. El Sol es el poder – el centro – del Sistema Solar, su regente y Poder directivo. Su Voluntad regula el funcionamiento de todo el sistema Solar – pero el sol también es energía radiante y emanante que da vitalidad y calor, y esta es la cualidad del amor. El "tirón", la atracción del Sol que mantiene los planetas circulando a su alrededor, posee la naturaleza de la voluntad; la radiación, la influencia vivificante que llega hasta los límites del Sistema Solar, tiene la cualidad del Amor.

En la humanidad, esto se refleja o representa por el "rey" ideal que gobierna inmutable en el centro, pero que lo hace por el bien de la gente de su reino. Por supuesto, nunca ha existido el rey ideal, pero el símbolo ilustra el funcionamiento ideal de esta dualidad.

Estos indicios, aunque breves e insuficientes, espero que nos estimulen a todos para comprender e intentar expresar aspectos cada vez más elevados del Amor y la Voluntad y fusionarlos en una ardiente Voluntad al Bien. La meditación puede contribuir mucho a ello y un esquema al final del octavo año, 4to Cuaderno de estudio, está dirigido a este propósito.

Tiene dos puntos especiales de énfasis:

1. La fusión de nuestras voluntades individuales con la Voluntad Divina.

2. La expresión de esta Voluntad a través del Amor en el servicio.

La preparación mediante el uso de la "Afirmación del Discípulo" puede tener grandes y sorprendentes resultados. Fue dada por el Maestro D.K. y es un potente mantram:


"Permanezco en el Centro de la Voluntad de Dios. 
Nada desviará mi voluntad de la Suya. 
Realizo esa Voluntad con el Amor. 
Me dirijo hacia el campo de Servicio. 
Yo, el Triángulo Divino, 
cumplo esa Voluntad dentro del cuadrado 
y sirvo a mis semejantes".


El "Triángulo Divino" mencionado en esta Afirmación es en primer lugar el Alma – los tres aspectos de Inteligencia, Amor y Voluntad de Sacrificio. En un nivel superior, la Tríada Espiritual es el verdadero triángulo divino. Por lo tanto, cuando empezamos la meditación, elevar nuestra conciencia más allá del centro del yo personal es una ayuda – en alas de la aspiración del corazón y el intenso interés, la intención y la apreciación de la mente – hacia el Alma, el Yo.

Como Almas, o al menos como personalidades infundidas por el Alma, podemos afirmar nuestra voluntad para fusionar nuestra voluntad espiritual con la Divina Voluntad Universal. Esta Divina Voluntad Universal es un misterio; no podemos conocerla directamente, pero al sintonizarnos con ella, nuestra afirmación de permanecer dentro de la Voluntad de Dios produce un descenso, una afluencia de energía de la Voluntad Divina que aumenta, fomenta y dirige nuestra voluntad individual. Pero esta no debería ser la aspiración, o incluso la decisión de un momento, sino que gradualmente debe convertirse en una constante actitud interior. Esto es indicado en la frase: "Nada desviará mi voluntad de la Suya".

Esto implica una constante actitud de "escucha"; de tratar de comprender cuál es la Voluntad de Dios, aquí y ahora, para cada uno de nosotros.

Habiendo reconocido esto en cierta medida, tal vez al principio sólo en una pequeña medida y con cierta incertidumbre, volvamos nuestra atención espiritual a su aplicación. Aquí entra el poder del Amor. Con esto pasamos al campo de servicio con el fin de implementar la Voluntad de Dios, que es cada vez más nuestra voluntad, "dentro del Cuadrado" de la personalidad y de la humanidad.

Finalmente, uno de los medios más eficaces de acción interna es la radiación. Es nuestro privilegio y deber usar, poner en funcionamiento e irradiar las energías que recibimos a través de nuestra alineación vertical y meditación. Una forma directa de radiación es la Bendición, y en la gran Bendición para el Mundo de oriente, tenemos el medio más potente y alegre."


Por Roberto Assagioli

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