El fotógrafo Daniel J. Cox, especializado en la vida silvestre, tomó
esta extraordinaria imagen de un conglomerado de pingüinos adultos en
luto por la pérdida de sus crías en la plataforma de hielo Larsen Riiser
en la Antártida. “Parte de mi trabajo es aceptar que con las imágenes
espectaculares de la naturaleza también vienen los hechos tristes de la
vida, y fue desgarrador ver a estos pingüinos emperador en duelo de una
manera similar a la humana por la muerte de sus crías”.
El fotógrafo aseguró que es un misterio cómo murieron las crías, pero
el dolor de sus padres no lo es. ”Los pingüinos se manifestaban con
evidente estado de tristeza y como si intentaran localizar en el hielo
congelado residuos tratando a sus polluelos.
“Es difícil decir cómo murieron, pero me han dicho por otros científicos en el lugar que esto no es algo inaudito”, dijo.
(Tomado de The Daily Telegraph.)
Dardo Ribas dijo:
Habrá quien trate de encontrar una explicación
que apunte a conductas instintivas, menospreciando el entendimiento de
los animales.
He tenido la oportunidad de convivir con felinos y pude observar -no
pocas veces- la conmoción que les causa la pérdida de sus cachorros.
Días enteros de tristeza que se delata en sus miradas, silencios y
ayuno. No hablo sólo de la madre, sino del conjunto, cuando viven en
colonia.
Prueba cabal que en nuestra sobebia como especie, nos fijamos y consideramos poco a estos compañeros en la vida.
Creo que estas manifestaciones de sensibilidad afectiva se pueden observar especialmente en los mamíferos.
Es este caso, por lo visto, otra demostración de que la conducta
afectiva entre sujetos de la misma familia y orden de clasificación se
manifiesta, incluso, en las aves. El pingüino no vuela, pero es un ave.
Causa dolor, observar su dolor…
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